Este año se cumple una década de un estreno, que en su día removió los cimientos de la industria del cine en todo el mundo. No estoy hablando de la ganadora del Oscar a mejor peli “No es país para viejos”, con ese enorme (y loco) papel de Javier Bardem, que también le valió la estatuilla dorada al actor canario. Tampoco hablamos de bonitas sorpresas de aquel 2007, como “Juno”, “La Guerra de Charlie Wilson”, “Los falsificadores” o la gran película kazaja, “Mongolia”.
Incluso si miramos a nuestros propios estrenos, creo que estaría muy lejos de films como “Las 13 Rosas”, “Soledad”, “Bajo las estrellas” o, la gran ganadora de aquel año “El Orfanato”. De un “J” Bayona que empezaría su andadura en el mundo de los largometrajes, a lo grande. Y que ha llegado merecidamente a lo más alto del mundo audiovisual, codeándose con directores y directoras de todo el mundo.
Nuestro estreno se enmarca más dentro del género de la animación. Aunque si está dentro de esta sección, es precisamente porque se esperaba mucho más de lo que al final resultó ser. Por lo tanto no podemos ponerla a la altura de la triunfadora de aquel año sin discusión, la gran “Ratatouille”. Pero es que ni siquiera estaría compitiendo con producciones más pequeñas, aunque increíblemente bien realizadas, como “Persepolis” o la japonesa “El verano de Coo”.
Seguramente, algunas de vosotras/os, ya la habréis adivinado, aunque solo sea por eliminación. Sí amigas/os, nos estamos refiriendo sin duda a la gran “The Simpsons Movie”.
Y os preguntaréis, cómo una película de esta envergadura (premiada y aclamada por algunos y algunas), podría formar parte de esta denostada sección de nuestra página, si para muchos/as, fue una gran peli y ni mucho menos una mala peli. Pues, sobre todo y, para empezar, porque se esperaba muchísimo más de ella. Era la primera película de animación de este fenómeno de animación americano, tras 28 años después de la emisión de su primer capítulo en antena. Y sigo pensando que fue un film que nos dejó bastante fríos a todos los fans. Ya que para mí, Los Simpsons siempre habían sido un arte de la crítica y la irreverencia sutil, sarcástica y sobre todo inteligente. Al menos hasta la temporada 11-12. Se metían con el estilo de vida americano, caricaturizaban estereotipos sociales, políticos, sociales, económicos, etc. con unos guiones y unos personajes, que desbordaban carisma y carcajadas a partes iguales. Tan simple pero tan complicado de hacer.
Pues bien, “The Simpsons Movie” fue todo lo contrario a eso. Un guión loco pero no demasiado original. Unos personajes bastante planos y poco desarrollados durante sus aventuras, combinados con unos secundarios prescindibles y con algún toque de humor esporádico, sin más. Todo esto unido a una provocación de risas fáciles y para todos los públicos, con golpes, chistes malos, un cerdo gracioso, militares ineptos, alguna irreverencia (como el pene de Bart) o el aburrido enamoramiento (one more time) de una Lisa cansina.
Creo que con un capítulo de la serie alargado, se hubiera obtenido un mejor resultado para los fans, que con semejante propuesta de largometraje. Claro que, yo hablo desde mi subjetividad y mi silla, escondido en las sombras de mi habitación. Y seguramente, si fuera de la FOX y viera los más de 500mill. de dólares que recaudó la película, seguiría pensando que lo que se hizo, fue lo más acertado de la historia de la cadena. Y tendría razón.
Pero como no lo soy, creo que la primera peli de Los Simpsons, no estuvo a la altura del gran mito que es la serie. Y que fue un pobre homenaje a las vidas de estos personajes de Springfield, comandados por el gran Homer. Quizá por ese motivo, nunca hubo una segunda parte y ni siquiera se plantearon añadir personajes secundarios a la serie, como fijos para sus siguientes temporadas.
Por todo esto y más, este primer “Parecía que sí, pero no” creo que es merecidísimo para esta bonita, aunque insuficiente y previsible, primera experiencia de Los Simpsons en la gran pantalla. Homer y su familia merecían algo mejor, se pongan como se pongan.